La famosa abadía de Tamié, fundada en el siglo XII, sigue albergando a una treintena de monjes que elaboran un excelente queso: el Tamié. Cómo visitar y descubrir este lugar?
Un monasterio cisterciense dedicado a la hospitalidad
El monasterio de Tamié fue fundado en 1132. En aquella época, varias comunidades religiosas emprendieron la limpieza del macizo de Bauges: los cistercienses, los cartujos y los benedictinos. El edificio fue reconstruido a finales del siglo XVII y está ocupado por monjes trapenses desde 1860.
Desde su creación hasta hoy, esta abadía tiene vocación de acoger a los visitantes y ofrecerles silencio, meditación y escucha durante unas horas o unos días. No es posible visitar el monasterio, que es el lugar de vida de la comunidad de monjes que estudian, rezan y trabajan. El público puede acudir a la iglesia para rezar y participar en uno de los servicios religiosos del día. El monasterio dispone de una casa de huéspedes con 27 habitaciones para alojar a las personas que deseen hacer un retiro espiritual.
A partir del aparcamiento, 300 metros antes del monasterio, el Centre d’Accueil Saint-Pierre de Tarentaise ofrece un audiovisual de 20 minutos sobre la vida de los monjes. La entrada es gratuita.Horario de apertura: de 9.30 a 12.30 h. y de 13.30 a 18.30 h. (18 h. en invierno) los días laborables y de 11.45 a 13 h. y de 14 a 18 h. los domingos. Hay una tienda donde se pueden comprar libros, objetos religiosos y queso de Tamié.
Acceso: viniendo de Annecy, seguir la carretera de Albertville, atravesar la ciudad de Faverges, tomar la carretera de la Abadía que se indica a la derecha, luego a 9,7 km, la Abadía está a la derecha, se tarda unos 15 minutos desde Faverges.Dirección: 1 242 Chemin du Monastère, 73200 Plancherine.
Para completar la visita, puede acercarse al Fuerte de Tamié, situado sobre el puerto, para admirar un panorama único del Mont Blanc y de la Combe de Savoie. El fuerte está abierto en verano. Un sendero botánico permite descubrir numerosas variedades de plantas.
Tamié: un queso para degustar
La abadía de Tamié posee una quesería que produce unos 400 kg de queso al día. Se trata del principal recurso de la comunidad religiosa. Casi la mitad de los monjes participan en esta actividad, que incluye la recogida de la leche, la fabricación y la entrega de los quesos, así como su gestión. El tamié es un queso de leche de vaca entera, cruda, prensada y de color azafrán. Durante el proceso de maduración, adquiere un ligero plumón blanco.
El queso de Tamié se puede comprar por lonchas (queso de 1,6 kg) o por piezas de 600 g en cremerías y supermercados y en la tienda de la abadía. El queso se puede comer con buen pan o cocinado en recetas como el crozet gratinado con hinojo.